30 de Abril 2010
Pronunciamiento: El Otro Día de los Niños y Niñas
Hoy 30 de abril del 2010, estamos aquí en la máxima plaza del pueblo de México, los niños, las niñas y los adultos de la Otra Campaña en el DF y de otras organizaciones, así como personas de buen corazón abajo y a la izquierda par decir ¡Ya Basta! a la situación de impunidad, de desamparo y de abuso que padecen los niños y niñas de este país.
Estamos aquí para exigir un alto a la ola de violencia que se está desplegando en contra de los niños, niñas y jóvenes de México.
Estamos aquí porque queremos que el 30 de abril sea un día para celebrarles a los niños y niñas de una forma diferente, no haciendo presas del consumismo a nuestros hijos e hijas. Queremos que el 30 de abril sea el día en que los adultos reconozcamos las cuentas pendientes que tenemos con la infancia, el día en que salgamos y exijamos a los malos gobiernos, de todos los niveles, el trato digno y conforme a derecho que deberían tener todos los niños y niñas.
Estamos aquí para decir que no vamos a permitir el trato de desprecio, de acoso, de represión, de asesinato, y de constantes abusos en contra de los más pequeños por parte de los malos gobiernos de este país.
Venimos a denunciar que la terrible ola de represión en contra de los movimientos sociales, incrementada y recrudecida en los últimos gobiernos panistas, se ha estado extendiendo no sólo hacia las organizaciones sociales que se atreven a denunciar los abusos del poder en turno, sino que, por lo menos desde los lamentables hechos de San Salvador Atenco, la represión y el castigo al descontento social, se ha extendido a las familias y a las comunidades completas, incluyendo a sus niños y niñas.
La violencia que ejerce el estado mexicano en contra de la niñez y juventud mexicana, es parte de una estrategia sistemática que tiene entre sus objetivos:
1) Infundir el terror entre la población civil
2) Inmovilizar el descontento social en base al terror que ocasiona el daño a los más pequeños o vulnerables como son las mujeres, los jóvenes, los niños y las niñas.
Al mismo tiempo que introducir una agresiva campaña de condena, represión y encarcelamiento hacia los más jóvenes, con el pretexto de ser narcotraficantes y tener así una justificación para torturarlos, encarcelarlos o matarlos.
Ya van a ser 4 años del flagrante ataque de los tres niveles de gobierno en contra del valeroso pueblo de Atenco, donde se cometieron violaciones sexuales en contra de las mujeres, donde se reprimió y encarceló a cientos de personas. En estos hechos, se detuvieron a 9 menores de edad que sólo pasaban por ahí en esos momentos. De su detención, los remitieron a la cárcel de menores “Quinta el Bosque” en Zinacantepec Estado de México, donde fueron torturados y abusados casi a diario por guardias e internos de dicho tutelar.
Los jóvenes no quisieron denunciar, ni en su momento ni ahora, estos hechos por temor a represalias, pero nosotros, la Otra campaña sabemos de estos hechos y señalamos desde esta plaza a Enrique Peña Nieto (gobernador del Estado de México), a Wilfredo Robledo Madrid (Comisionado General de la Agencia Estatal de Seguridad), a Vicente Fox Quesada (ex presidente), y a la directora del tutelar de menores“Quinta el Bosque” en ese momento: Silvia Preuss Windfield, como responsables de estos abusos cometidos en contra de estos jóvenes. (Informe sobre los menores de edad detenidos en SSA el 3 y 4 mayo 2006. LOC-DF)
La represión a los niños, niñas y jóvenes no paró ahí, en las multitudinarias manifestaciones de la APPO en Oaxaca de ese mismo año, y hasta que duró el conflicto, los hijos e hijas de los manifestantes también eran blanco de los ataques por parte de las fuerzas represivas, atentando no sólo contra el derecho fundamental de manifestación ciudadana, sino contra derechos nacionales e internacionales respecto a la protección y cuidado de la infancia en situaciones de conflicto. (Art.37 Convención de los Derechos del Niño).
Mención especial merece el caso de Guerrero, cuando en Junio de 2009 un comando de cientos de policías incursionó de manera violenta y con disparos al aire a las comunidades de “Las Ollas y Las Palancas”, ubicadas en la sierra del municipio de Petatlán.
Ese día, los militares entraron a la comunidad golpeando a mujeres y niños, y con vehículos tipo hummer destrozaron y saquearon las precarias viviendas de las familias. En estos hechos, dos niños fueron capturados por estos cuerpos represivos: Omar García de 13 años de edad y otro menor de edad de quien no se obtuvieron datos.
Omar logró escapar de sus captores pudiendo narrar las 3 horas de tortura que sufrió junto con el otro menor de edad, donde fueron tapados con sus camisas, recibieron golpes, heridas de cuchillo, ahogamientos, golpes en los oídos, en la nuca, piquetes con agujas.
(Tomado informe Limmedh, 19 junio 2009)
Ese mismo año, el 31 de octubre, en esta misma comunidad de Puerto de las Ollas, fueron emboscados y asesinados con ráfagas de cuerno de chivo AK-47 y escopetas calibre 16, los jóvenes: Alejandro y Bertín García Cortes, de 19 y 18 años respectivamente, así como su primo Rogelio García Valdovinos de 15 años de edad. Sus padres: Juana Cortés Tapia y Guillermo García Avila señalan como responsables de estos hechos a: Simón Rodríguez Valencia, Israel, Antioquo y Fredi Cortes Valencia, Aurelio y Ramón Valencia García, Leobardo, Ismael y Rafael Peñafiel Valencia quienes hasta la fecha siguen prófugos de la justicia.
(Boletín No. 7 TADECO, AC)
El delito de estos jóvenes fue el de ser hijos de campesinos que defienden sus tierras.
Otro terrible caso que involucra la muerte de niños y niñas involucrados en movimientos sociales, fue el ocurrido en el municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca. El día 13 de junio del 2009 fue asesinado al niño Epifanio Celestino Bautista, de 13 años de edad y su hermana Paulina Celestino Bautista de 17 años, resultó herida de bala cuando un grupo de paramilitares atacó el cabildo municipal. Ambos eran hijos de la autoridad autónoma de San Juan Copala, y de acuerdo con el reporte de CIMAC A.C. la agresión se da justamente cuando un contingente de los barrios Triquis de este municipio, acompañaba a los familiares de los presos de los hermanos Loxicha en la marcha que realizaron a la ciudad de México para exigir la libertad de sus familiares presos injustamente desde hace 13 años (19 junio 2009).
A la fecha, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, sigue exigiendo la presentación con vida de las jóvenes triquis Virginia y Daniela Ortíz Ramírez, desaparecidas desde el 5 de julio de 2007.
Y qué decir de los niños y niñas de las comunidades indígenas zapatistas, quienes al igual que sus padres y familias, sufren los constantes ataques de grupos militares y paramilitares bajo las órdenes y complacencia de los malos gobiernos. Organizaciones como la OPDDIC y el denominado “Ejército de Dios”, han estado en últimas fechas, ultimando ataques armados y violentos en contra de mujeres, niños y niñas de las comunidades zapatistas en resistencia y de comunidades adherentes a la Otra Campaña por medio de amenazas, detenciones, torturas, desalojos, que dejan en la indefensión a los más pequeños, atacados una y otra vez, por ser pobres, por ser indígenas, por ser niños, y si son mujeres, por ser niñas.
La detención, encarcelamiento y tortura de sus padres, de sus madres, de sus familiares, el despojo de su tierra y su territorio, los deja sin derecho a una familia, a un hogar, a una vida digna. Se violan con ello convenios y tratados internacionales como la Convención de los Derechos del Niño en todos sus artículos, o el tratado 169 de la OIT respecto al derecho de los pueblos indígenas de vivir y proteger la tierra en la que han vivido no sólo ellos sino, sus ancestros.
Su único delito, es ser hijos de la rebeldía, experimentar cotidianamente la posibilidad de una vida digna sin necesidad del mal gobierno, su único delito es ser la semilla de la esperanza.
Estamos aquí para decir fuerte y claro que este 30 de abril el gobierno mexicano en lugar de cuidar y brindar protección a los niños, niñas y jóvenes de este país, los asesina, los encarcela, los reprime por el sólo hecho de ser pobres, por pensar diferente, por vestir diferente, y otros tantos, fungen como carne de cañón en esta falsa guerra contra el narcotráfico; donde sólo en el gobierno de Calderón, han muerto alrededor de 600 menores de edad.
Parte de esta cifra la conforman los 16 adolescentes asesinados por comandos policiales y del crimen organizado en Villas Sal vacar, Ciudad Juárez. Los seis jóvenes torturados y asesinados el 13 de abril de este año en el estado de Morelos, entre ellos: Víctor Manuel González, Gilberto Jaimes Lara y Carlos Alberto Navarro García de 15, 16 y 17 años respectivamente. Sus cuerpos presentaban huellas de tortura y tenían mensajes del crimen organizado. Y sin olvidar a Martín y Bryan Almanza de 9 y 5 años de edad, asesinados por elementos del ejército mexicano en la carretera Ribereña en el estado de Tamaulipas. Y todos los demás niños, niñas y adolescentes caídos que no alcanzan los titulares de las noticias nacionales, los llamados “daños colaterales” de esta encaprichada guerra de calderón, a todos ellos, a todas ellas, hoy, rendimos tributo.
En este año 2010, los malos gobiernos de todos los niveles en contubernio con sus patrones las televisoras monopólicas, se solazan grotescamente de un festejo inexistente: el bicentenario.
Porque nosotros nos preguntamos y preguntamos al pueblo de México, acaso hay algo que celebrar con todos estos hechos narrados, cuando niños y niñas inocentes mueren por el desprecio y la negligencia de los gobiernos en turno, como los 49 pequeños de la guardería ABC en Hermosillo, Sonora.
Qué fruto de la revolución es que nuestro país sea el primer lugar en obesidad infantil, gracias a la indiscriminada y salvaje introducción de las trasnacionales de churritos y refrescos, con la aprobación y complacencia de los funcionarios y legisladores en turno, quienes son responsables de dejar esta comida chatarra como única opción de alimentación para las familias pobres de México. Pues qué puede darle de comer un padre, una madre a sus hijos cuando no tiene con qué comprar, cuando ni siquiera puede estar en casa cuidando a sus hijos porque no hay tiempo en los trabajos explotadores asignados a los más pobres.
En cambio, las empresas capitalistas si tienen mucho qué celebrar, puesto que siguen enriqueciéndose gracias a la mano de obra gratuita y a la explotación de los más pequeños. Como por ejemplo los cientos de niños y niñas indígenas explotados en los plantíos de los campos de Sinaloa, o los miles de niños, niñas y adolescentes pobres que trabajan gratuitamente como empacadores en las grandes tiendas de supermercados. Todos ellos bajo la permisividad corrupta de las autoridades.
Qué hay que celebrar cuando día con día vemos a niños, niñas, familias enteras trabajando en las calles, mendigando, viviendo en las calles, buscando un sustento. Padeciendo, además, el abuso cotidiano de distintas autoridades y gente sin escrúpulos.
Qué tenemos que celebrar cuando México es considerado paraíso de pedófilos y pederastas a nivel internacional debido a la impunidad, a la falta de justicia y reglamentaciones ante los casos de abuso sexual infantil, donde empresarios y la iglesia católica se ubican como los máximos representantes de este tipo de abusos. Qué hay que celebrar cuando México es parte de una fructífera red de explotación sexual comercial infantil, el 3er negocio más lucrativo a nivel mundial. Nos preguntamos, en México ¿a quién beneficia este jugoso negocio de millones de dólares?, ¿por qué las autoridades no hacen nada al respecto?, ¿Por qué desparecen los niños y niñas de las casas de guarda o albergues de subsidio gubernamental como el DIF? ¿Dónde están esos niños, a dónde está Ilse Michel desaparecida desde el año pasado de “Casitas del Sur” dónde están los niños y niñas desaparecidos de CAIFAC en Monterrey, NL?
La lista de infamias en contra de la infancia en este país, parece no tener fin, y es por estas causas que estamos aquí presentes, para decir ¡Ya Basta! Por eso estamos aquí, los adultos junto con los niños y niñas, puesto que los adultos tenemos una responsabilidad, un deber con nuestros niños y niñas todos, no sólo con nuestros hijos. Tenemos el deber de resguardar el futuro, no podemos seguir permitiendo que masacren, que humillen, que encarcelen, que torturen, que mal eduquen, que pongan en riesgo la salud, la alimentación, el derecho a ser felices de los niños y niñas, nuestro futuro.
Y porque desde La Otra Campaña creemos que la realidad no puede ser ocultada o negada a los ojos de nuestros hijos, porque no podemos abstraer a los mas pequeños de una realidad que ya viven en los hechos. Es por eso que estamos aquí, junto con ellos, denunciando, exigiendo, trabajando con ellos y ellas, de una forma lúdica, de una manera que ellos entiendan, de la forma en que los niños y niñas lo quieran decir, pero siempre informados sobre lo que les acontece.
¡Vengan, participen con nosotros, participe con los más pequeños, para hacerse grande, para hacernos más grandes, para construir un mundo donde quepan muchos mundos!
¡Ya basta de asesinatos a los niños y niñas de México en la absurda guerra contra el narcotráfico de calderón!
¡Ya basta de abusos y explotación a los más pequeños!
¡Vivan los niños y niñas zapatistas rebeldes!
¡Vivan los niños y niñas de La Otra Campaña!
¡Viva la Otra Campaña!
¡Viva el EZLN!
¡Alto ala militarización a las comunidades indígenas zapatistas!
¡Presos políticos Libertad!
Niñas y Niños en La Otra Campaña en el DF
chavitosenlaotra@hotmail.com