Represión Infantil
Encuentro Continental Americano contra la Impunidad
Caracol IV “Torbellino de nuestras palabras”
Morelia, Chiapas, México.
20-21 junio 2009
A partir del 3 y 4 de mayo del 2006 con la agresión sufrida por el pueblo de Atenco, considero que se ha abierto un nuevo capítulo en la historia de la represión en México. Pues si anteriormente la eliminación quirúrgica de los elementos llamados subversivos era una acción bien delimitada; ahora se inaugura el avasallamiento a todo un pueblo, a toda una comunidad, con el fin de dejar un escarmiento por el simple hecho de atreverse a manifestar su descontento social.
Las tácticas de violencia e intimidación tampoco han sido las mismas, pues éstas se han ido perfeccionando. A las amenazas, intimidaciones, torturas, desapariciones de personas, secuestro carcelario, entre otros, se suman el abuso sexual hacia las mujeres como botín de guerra o la instauración del miedo permanente a la comunidad con la presencia constante de cuerpos policíacos, militares y paramilitares en los pueblos.
También habría que resaltar que este nuevo tipo de represión parece venir de la mano de la instauración de gobiernos de derecha y ultraderecha empresariales que en su frenética búsqueda por las máximas ganancias, están dispuestos a pasar por encima de cualquiera, de sus recursos naturales o de su territorio. Los ejemplos sobran.
Ante esta situación, de por sí terrible, en esta reflexión quiero poner especial énfasis al papel que juega la infancia en estos contextos de represión por parte del estado. O mejor dicho, a preguntarme y preguntarles ¿qué papel juega la infancia ante estos ataques comunitarios o colectivos, donde los niños y niñas también están presentes? En otras palabras, quiero poner en la mesa de discusión: ¿Qué está pasando con los niños y niñas en estos contextos de represión?
Haciendo un recuento, podemos empezar con el ataque a las comunidades de Texcoco y San Salvador Atenco, los días 3 y 4 de mayo (2006), donde los chicos también fueron detenidos y encarcelados impune y agresivamente, al igual que los adultos. La única “diferencia” fue que los chicos fueron torturados al llegar al tutelar de menores, muy probablemente abusados sexualmente y ésta situación de tortura persistió diariamente por parte de guardias e internos del tutelar durante todo el tiempo que duró su reclusión. (Informe sobre los menores de edad detenidos los días 3 y 4 de mayo en Texococo y San Salvador Atenco, 2007)
Después de Atenco llegó la terrible represión al pueblo de Oaxaca, que con las mismas tácticas de guerra y tortura, fueron reprimidos, detenidos y juzgados, hombres, mujeres, niños y niñas por igual. En la manifestación del 2 de octubre 2008, buena parte de los detenidos fueron jóvenes adolescentes de entre 16 y 17 años. En la represión a los maestros de Morelos, ya en este año, la situación fue la misma, desde helicópteros policiales, fueron lanzadas bombas de gas lacrimógeno sin importarles que entre la población había mujeres, ancianos y niños y niñas por igual. En las comunidades indígenas zapatistas, el ataque a los niños y niñas (desde torcerles las manos o herirlos con machete por la espalda), se convierten en amenazas cada vez más factibles.
Recientemente, y actualizando este recuento, el día 09 de junio (2009) unos 200 policías (en un primer momento), entraron de manera violenta y con disparos al aire a la zona de las comunidades de “Las Ollas y Las Palancas”. Comunidades alejadas a 10 minutos una de la otra y ubicadas en la parte de la sierra del municipio de Petatlán, Guerrero, también conocida como la zona de tierra caliente.
Ese día, los militares acompañados de varios sicarios, entraron a la comunidad de “Las Palancas” haciendo disparos al aire, golpeando a mujeres y niños, y con vehículos tipo hummer destrozaron y saquearon las precarias viviendas del poblado donde viven aproximadamente 20 familias. Los hombres de la comunidad huyeron al monte donde se mantienen escondidos y sin probar alimento desde entonces. Para el 11 de junio los pobladores manifestaron que desde helicópteros estuvieron rastreando a los fugitivos y que incluso ya van 3 veces que los balean desde el aire (tomado informe Limmedh, 19 junio 2009)
En estos hechos, dos niños fueron capturados por estos cuerpos represivos: Omar García de 13 años de edad y otro menor de edad de quien no se tiene información clara sobre lo que le sucedió o sobre su situación y paradero hasta este momento.
Omar logró escapar de sus aprehensores pudiendo narrar las 3 horas de tortura que sufrió, según se entiende junto con el otro menor de edad. Fueron tapados con sus camisas, recibieron golpes, heridas de cuchillo, ahogamientos, golpes en los oídos, en la nuca, piquetes con agujas. Entre los gritos y amenazas que recibieron estos chicos, les preguntaban por “Ramiro” al parecer dirigente del ERPI.
La agresión a las Palancas duró 4 días y con la presencia aproximada de 500 elementos en total. Fue hasta el sábado 13 de junio que culminó el ataque, cuando finalmente llegaron organizaciones de Derechos Humanos y medios de comunicación a la zona.
El otro terrible caso que involucra a menores de edad, fue el ocurrido en el municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca. El día 13 de junio del presente, asesinan al niño Epifanio Celestino Bautista, de 13 años de edad y su hermana Paulina Celestino Bautista de 17 años, resulta herida de bala cuando un grupo de paramilitares atacó el cabildo municipal.
Ambos chicos son hijos de la autoridad autónoma de San Juan Copala.
De acuerdo con el reporte de CIMAC A.C. la agresión se da justamente cuando un contingente de los barrios Triquis de este municipio, acompañan a los familiares de los presos de los hermanos Loxicha en la marcha que realizaron a la ciudad de México para exigir la libertad de sus familiares presos injustamente desde hace 13 años (19 junio 2009).
Como hemos podido observar, la represión hacia la movilización social se ha convertido en un denominador común que va en ascenso. No obstante, lo que quiero resaltar en este recuento, es el ataque sistemático y/o intencionado que en estos mismos contextos, se está dando hacia los niños y niñas, hijos e hijas de estos movimientos sociales.
Me refiero a que no puede ser coincidencia colocar en el blanco de los ataques a los niños y niñas fruto de estos mismos movimientos. Coincidencia que debe ponernos en alerta.
Salvo un mejor análisis de la represión por expertos en la materia, me atrevería a afirmar que entre las intenciones de la represión a la infancia en contextos de lucha social o de resistencia, tiene que ver con lo que el embajador de Palestina en México dijo respecto a la masacre del gobierno israelí en Gaza, donde los ataques militares fueron dirigidos, estratégicamente, a lugares donde se encuentran sociedad civil, especialmente niños y niñas. “El gobierno israelí asesina principalmente a los niños porque así saben que matan, desde antes de tiempo, a los futuros “terroristas” (MVS radio).
Una medida de represión más, exportada, que debe empezar a ser denunciada, y estos espacios como los idóneos para tal fin.
Considero que matar o reprimir a los niños y niñas, significa matar el futuro de los pueblos, matar o reprimir a los hijos de los movimientos sociales es matar el sólo hecho de pensar en el mismo, es matar la esperanza.
En este contexto de denuncia mediática sobre el nulo respeto a los derechos que tienen los niños niñas de este país, (Guardería ABC incendiada en Hermosillo Sonora; las redes de pederastia conformadas desde los centros de internamiento del estado y religiosos, casitas del sur, News Divine, etc). No pueden quedar fuera estos casos que deben ser señal de alarma no sólo para los movimientos sociales, sino para la sociedad en general.
Por todo ello, quiero poner de cara a este Encuentro Continental contra la Represión y contra la Impunidad, el tema de la represión a la infancia en contextos de lucha social; el cual debe ser para las organizaciones involucradas, para La Otra Campaña, una más de sus banderas de denuncia. Pues dentro del espíritu de La Otra está justamente darle voz a los que no la tienen, ayudar a denunciar a los que nadie escucha.
Por todo lo anterior, propongo:
Que de este Encuentro Continental salga un pronunciamiento contra el asesinato y Represión que están padeciendo los niños y niñas de este país. (Tal vez se anoten otros)
Repudiar que en México y en el mundo se asesine a los niños y niñas por causa de sus ideas políticas, por se pobres y atreverse a denunciarlo
Denunciar que el gobierno mexicano viola sistemáticamente los Derechos de los niños y niñas de este país, viola la Convención de los Derechos del Niño en todos sus artículos, pues en México los niños y niñas no tienen garantizado el derecho a la salud, a la educación, a la alimentación, a la vivienda digna, a manifestarse libremente, mucho menos tienen garantizado el derecho a la vida. Pues en este país se tortura a la infancia disidente, se desprecia a los hijos e hijas de los trabajadores, de los campesinos, de los indígenas, asesinándolos ya sea por acción u omisión.
Denunciar que en México se reprime a la movilización social asesinando a lo más preciado que tiene la humanidad: sus niños y sus niñas.
Este documento tiene que ser firmado por toda la Otra Campaña y darle la difusión debida tanto a nivel nacional como internacional, incluyendo organismos defensores de derechos de los niños y niñas a nivel Internacional, Interamericano, (UNICEF, OIT, etc).
Es todo, muchas gracias
Niñas y Niños de La Otra Campaña en el DF
Contacto: chavitosenlaotra@hotmail.com